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Al rescate del Espíritu de la UTE: Código Abierto como Herramienta de Transformación Social

COLUMNA DE OPINIÓN DE Joaquín Saldivia

En el marco de Inspira Usach, nos sumamos con una nueva edición de Foro Abierto, una instancia de conversación y reflexión crítica creada dentro del programa FUTURO Usach 2024. Esta vez, presentamos el foro titulado “Organización Estudiantil y Código Abierto: Open Source Usach”, un tema que nos invita a repensar las formas de organización y colaboración dentro de nuestra comunidad, a través de la lógica del código abierto.

En este encuentro, contamos con la participación de Lucas Mesías, Joaquín Saldivia e Ignacio Lara, quienes compartieron su experiencia y visión sobre cómo el código abierto puede aportar a la forma en que los estudiantes y la comunidad universitaria se organizan, generan conocimiento y desarrollan proyectos colaborativos. La conversación fue moderada por Carla Rivera, quien guió el diálogo sobre los nuevos desafíos y oportunidades que presenta este enfoque.

“En las universidades, es común que muchos procesos tecnológicos se mantengan cerrados y gestionados a través de externalizaciones, lo que dificulta la adopción de software de código abierto. Un claro ejemplo de esto en la Usach es la dependencia de Segic, que se convierte en una barrera para el desarrollo de soluciones internas basadas en código abierto. Esta situación también limita el acceso eficiente a la información universitaria, algo que podría optimizarse con el uso de APIs, permitiendo enviar información de forma directa sin tener que navegar por toda la web en busca de datos específicos.

Nuestro proyecto nace con la idea de crear aplicaciones hechas por estudiantes para estudiantes, accesibles y colaborativas. Lo más importante es que no es necesario tener un conocimiento técnico avanzado para participar; la motivación es suficiente. Desde proponer ideas hasta involucrarse en el desarrollo, cualquier contribución es valiosa. Si bien es cierto que hay mecanismos de trabajo que limitan la libre modificación para proteger la integridad del código, mantenemos un enfoque abierto a la colaboración.

Es crucial destacar que el código abierto es la base de todo software, incluso del software propietario, aunque rara vez se reconoce la dependencia inversa. Además, el código abierto tiene autoría y puede estar protegido por licencias que resguarden la propiedad intelectual. Es importante desmitificar la idea de que el código abierto no puede ser lucrativo; existen modelos en los que se puede generar ingresos, a la vez que se mantiene el acceso y la colaboración abierta.

Creemos que la implicación de la universidad en este tipo de proyectos es un aspecto difícil de medir, ya que podría limitar el alcance de lo que podemos desarrollar. Sin embargo, imaginamos un escenario ideal en el que estudiantes y profesores trabajen juntos de manera más abierta, compartiendo conocimientos que muchas veces no se transmiten en las aulas. Debemos también recordar el legado social de la UTE, que no solo formaba profesionales, sino que transformaba comunidades a través de la democratización del conocimiento. El código abierto sigue ese mismo espíritu, promoviendo el acceso equitativo a la tecnología y permitiendo que cualquier persona pueda colaborar y aprender.

Hoy, al crear un entorno en el que profesores y estudiantes interactúan constantemente, se abre la puerta a colaboraciones en las que todos se benefician. Los estudiantes tienen la oportunidad de aplicar y enriquecer sus conocimientos, mientras que los profesores pueden avanzar en sus proyectos gracias al entusiasmo y la energía de la comunidad universitaria. Esto lo hemos vivido de primera mano, tras haber trabajado codo a codo con un profesor de la facultad de Humanidades, demostrando el poder transformador de estas colaboraciones”.

Autor: Joaquín Saldivia